COMENTARIO LECTURA: “LA DIFUSIÓN Y
USO DEL EBOOK EN ESPAÑA DESDE UNA PERSPECTIVA SOCIOECONÓMICA”
En el trabajo “La difusión y uso del ebook en España desde
una perspectiva socioeconómica” se realiza un estudio sobre el mercado del
libro digital en España, incidiendo en los problemas más importantes que tiene
en la actualidad la industria editorial, así como en el papel que puede
desempeñar el ebook para paliar dichos problemas. Además, se presenta el
problema que existe con la piratería de contenidos digitales y las previsiones
de crecimiento del mercado del ebook en los próximos años.
DESARROLLO: EL LIBRO IMPRESO Y EL
LIBRO ELECTRÓNICO.
El trabajo que
estamos analizando se realizó en el año 2011 con datos de los años
inmediatamente anteriores de los que ya existían estadísticas publicadas, coincidiendo
en el tiempo con la última crisis económica de envergadura que recordamos. Esta
crisis económica también afectó, como no podía ser de otra manera, al sector
editorial español, que vio caer un 2,4% la facturación del año 2009 en
comparación con el 2008.
Sin embargo, esta
caída de la facturación no tiene su origen únicamente en la crisis económica, ya
que desde el año 2000 se viene produciendo una disminución paulatina de esta y,
como consecuencia, se está produciendo una reducción, también paulatina, de la
tirada media de los libros impresos por parte de las editoriales.
No obstante, coincidiendo
con lo anterior, en los últimos años se está produciendo un aumento de los títulos
vivos en catálogo, que no deja de crecer, con 291.966 ejemplares en 2003, 414.727
en 2009 y 620.316 en 2016 (este último dato procede de la consulta realizada de
la última estadística publicada por la Federación de Gremios de Editores de
España). En este sentido, el libro electrónico o ebook puede ayudar a la
industria editorial a gestionar de mejor manera este creciente catálogo de
títulos vivos y a mejorar sus resultados, “distribuyéndolo
en los diferentes yacimientos existentes en el mercado y de una forma mucho más
fácil y barata que el libro impreso”.
Como
contrapartida a esta fórmula, la industria editorial se encuentra con varios
problemas de difícil y compleja solución: por una parte, los elevados niveles
de piratería de contenidos digitales que se producen en España; por otra parte,
la cultura generalizada por parte de los usuarios del consumo gratuito de los
productos que se encuentran en internet; y, por último, el coste adicional que
supone para las editoriales la digitalización de las obras.
En relación con
la edición digital, el mercado del libro electrónico se caracteriza por una
oferta reducida y una demanda insuficiente, es decir, aunque la demanda de
libros electrónicos está creciendo en España de forma paulatina, todavía no
existe una demanda consistente económicamente, viable y sostenible.
En la
actualidad (por la fecha del informe) las ventas de libros electrónicos se
realizan en su mayor parte por las plataformas comerciales de distribución
digital, seguidas por las ventas realizadas por la Web de la editorial y, en
último lugar, por las librerías.
La venta de
libros electrónicos tiene un porvenir muy esperanzador y la proliferación de
dispositivos lectores para este tipo de libros en España es una buena prueba de
ello, lo que presagia una creciente demanda de libros electrónicos en un futuro
cercano.
En este
sentido, la consultora “PricewaterhouseCoopers” señala la importancia de que “los libros electrónicos tengan un precio
sensiblemente inferior al correspondiente a la versión impresa para conseguir
que se produzca un cambio significativo en los hábitos de compra de los
lectores”, ya que hasta ahora las editoriales han fijado un precio similar
para los libros en ambos formatos. Se añade en dicho informe que “un precio atractivo es el incentivo más
adecuado para atraer a los consumidores hacia los libros electrónicos”.
En este informe
se considera que la venta de las versiones on-line compensará a la industria
editorial del descenso de ventas de los libros impresos, por lo que el futuro de
las editoriales parece estar asegurado.
Además, en el
mismo informe se estima que los libros impresos no están acabados, ya que no
todos los lectores prefieren los libros electrónicos. Esto es debido “tanto a las reticencias de muchos lectores a
la lectura de los textos en pantalla de muchas páginas, como a que no es
eficiente la impresión de los libros electrónicos por parte del consumidor
debido a los costes de papel y de tinta”.
En el mismo
informe se pone en valor la revolución que puede suponer para el mercado de los
libros electrónicos la aparición de nuevos dispositivos de mayor calidad para
la lectura de ebooks, ya que estos dispositivos facilitan una lectura más
cómoda del texto como, por ejemplo, los nuevos “Kindle” de Amazon y “Reader” de
Sony.
La llegada de
estos nuevos dispositivos está haciendo que las editoriales hayan comenzado a
tomar posiciones, incrementando notablemente su oferta de libros electrónicos,
en previsión de un aumento de la demanda de libros en este formato.
Además, en el mismo
informe se considera que “surgirán nuevos
modelos de negocio en el sector editorial potenciados por el mayor número de
libros digitalizados” como, por ejemplo, la impresión bajo demanda.
En relación con
los hábitos de lectura de libros en España, el informe de la Federación de
Gremios de Editores de España de 2009 clasifica a la población en tres grupos:
los lectores frecuentes (los que leen todos o casi todos los días), que suponen
el 41,4% de la población; los lectores ocasionales (los que leen al menos una
vez al mes o alguna vez al trimestre), que suponen el 13,7%; y los no lectores
(los que no leen casi nunca o nunca), que suponen el 45%.
Consultado el
último informe de los hábitos de lectura de libros en España de 2016 de la
Federación de Gremios de Editores de España, se confirma el cambio paulatino
que se está produciendo en la sociedad española. En dicho informe, los lectores
frecuentes suponen un 55,8% (un 14,4% de incremento con respecto a 2009), los
lectores ocasionales un 10% (un descenso de un 3,7% con respecto a 2009) y los
no lectores un 34,2% (un descenso de un 15,8% con respecto a 2009) de la
población. Esto significa que el porcentaje de la población española que lee se
está incrementando paulatinamente en los últimos años. En este último informe
de 2016 se aprecia el fin de la polarización entre lectores y no lectores que
se desprendía del informe de 2009, debido posiblemente a la incorporación de
los jóvenes mayores de 14 años y al uso cada vez mayor de dispositivos
electrónicos por parte de la población joven y adulta.
De acuerdo con
el mencionado informe de 2009, los libros electrónicos tienen un reducido grado
de implantación en España, ya que los lectores de ebook suponen únicamente el
8,7% de la población, es decir, una quinta parte de los lectores frecuentes de
libros impresos, que llegan hasta el 41,3%.
Consultado el
último informe de la Federación de Gremios de Editores de España, se confirma
que los lectores de libros electrónicos van ganando terreno a los lectores de
libros impresos, pero en un porcentaje muy pequeño, concretamente en 2017 los
lectores de ebooks ya suponen un 19,4% de la población (un 10,7% de incremento
con respecto a 2009), mientras que los lectores de libros impresos suponen un
40,3% de la población (un descenso de un 1% con respecto a 2009). Estos datos
reflejan que, a pesar del aumento de los lectores de libros electrónicos y la
llegada de nuevos dispositivos de lectura de ebooks que hace más fácil y cómoda
la lectura en este formato, los libros impresos continúan manteniendo un grado
de fidelidad importante por parte de sus lectores.
En relación con
la piratería, aunque la tasa de descargas ilegales de libros sigue estando muy
por debajo de las de música, películas y videojuegos, la llegada de los nuevos
lectores de ebooks ha hecho que esta tasa se incremente, también de forma
paulatina, llegando hasta el 24% en 2017 (en 2009 esta tasa era del 19,7%). A
la vista de estos datos, parece que una política de precios adecuada podría
acabar con esta piratería.
CONCLUSIÓN Y REFLEXIÓN.
Como
conclusión, se podría decir que la llegada del libro electrónico o ebook al
mercado español no ha “canibalizado” al libro impreso, como se pudo pensar en
un principio que podría pasar, sino que muy al contrario, de la lectura de los
informes de hábitos de lectura de libros en España de la Federación de Gremios
de Editores de España y del informe de la consultora “PricewaterhouseCoopers” se
desprende que los ebooks permiten gestionar de una manera más eficiente y
económica el catálogo de títulos vivos de las editoriales que, como hemos
visto, es cada vez mayor. Además, la llegada del ebook no ha supuesto una caída
brusca de las ventas del libro impreso, sino que en realidad lo que ha supuesto
es la incorporación a la lectura de un gran número de personas que antes no
leían o lo hacían en contadas ocasiones.
Por otro
lado, el libro impreso continúa teniendo unas características que nunca podrá
tener el libro electrónico, por lo que ambos mercados se han llegado a hacer
compatibles y complementarios. El importante aumento de lectores de libros
electrónicos, como se ha visto, no ha supuesto un descalabro en las ventas de
libros impresos, sino que prácticamente estas ventas y los lectores de libros
impresos se han mantenido.
En
relación con la piratería, que aparecía como uno de los grandes problemas que
estaba impidiendo la incorporación del sector editorial en la edición digital,
se ha visto que no está haciendo tanto daño como se pensaba. Al contrario, está
suponiendo una reducción del precio de los libros electrónicos y, por
consiguiente, un importante aumento de las ventas.
En
resumen y en mi opinión, tras la lectura del texto y los informes mencionados,
no parece que la llegada del libro electrónico suponga un gran peligro para el
libro impreso. El ebook, lejos de acabar con las editoriales, está suponiendo
un nuevo aliciente y una nueva forma de negocio, además de un aumento
importante de los lectores de este nuevo formato, pero el olor que desprende el
libro, el tacto al pasar sus páginas, la lectura en papel en lugar de hacerlo
en una pantalla más o menos luminosa, son alicientes que nos enamoran y que
seguirán enamorando a las próximas generaciones. Además, el lector actual de
ebook es un lector potencial de libro impreso y, de hecho, los informes
analizados confirman que un gran número de lectores compaginan la lectura en
ambos formatos.
“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y
sabe mucho” (Miguel de Cervantes).
Bibliografía
Ramos
Fandiño, Guadalupe Patricia; Larrañaga Rubio, Julio;. «La difusión del ebook
en España desde una perspectiva socioeconómica.» Revista General de
Información y Documentación, Vol. 21, 2011: 39-52.
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