domingo, 3 de junio de 2018

LA CIENCIA EN EL PÚBLICO: “VIAJE ALREDEDOR DE LA LUNA”.


INTRODUCCIÓN.

Antes de comenzar esta exposición es relevante señalar que Julio Verne (1828-1905), es un escritor francés, considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción. Verne tuvo imaginación para predecir en sus relatos fantásticos, con gran precisión, los inventos que surgirían años más tarde como consecuencia de los avances técnicos y tecnológicos que tuvieron lugar a finales del siglo XIX y principios del XX, como es el caso de los submarinos, las naves espaciales, los viajes al espacio, la llegada a la Luna…



En 1863 publicó “Cinco semanas en globo”, su primera obra, con la que consiguió un gran éxito, que le hizo continuar escribiendo novelas de aventuras y de fantasía.

Aprovechando sus conocimientos geográficos, que adquirió en los numerosos viajes que realizó por Europa, África y América, así como su entusiasmo por la revolución tecnológica e industrial, Verne se convirtió en un especialista de los relatos, de corte científico, de viajes y aventuras. Su dominio de la tensión dramática le permitió combinar en sus relatos situaciones extravagantes con una prosa ligera y muy amena.

En 1864 publicó “Viaje al centro de la Tierra”, su segunda novela, para lo que estuvo investigando y estudiando concienzudamente sobre materias como geología, mineralogía y paleontología. Las detalladas descripciones de animales prehistóricos asombraron a los expertos y pusieron de manifiesto su extraordinaria visión científica.

En 1865 publicó “De la Tierra a la Luna”, una de sus obras más conocidas, cuya publicación despertó un gran entusiasmo en la sociedad por los viajes espaciales, lo que provocó que le llovieran cartas solicitando reservas para el próximo viaje a la Luna. En esta novela Verne se ocupaba tan sólo de los preparativos del viaje a nuestro satélite, por lo que su extraordinaria acogida entre el público condujo al autor a escribir en 1870 la segunda parte de esta historia, “Viaje alrededor de la Luna”, que relata el viaje a la Luna propiamente dicho y que es la protagonista de este modesto ensayo.

ANÁLISIS DE LA CIENCIA EN LA OBRA EN RELACIÓN CON EL PÚBLICO.

Contextualización: Julio Verne publica esta obra en el año 1870, en el inicio de la segunda revolución industrial, cuando se estaban produciendo en Europa y en Estados Unidos una serie de innovaciones tecnológicas, que caracterizarían los nuevos tiempos. La ciencia y la tecnología de este periodo se caracterizan por una mayor complejidad de las máquinas y los nuevos descubrimientos tecnológicos dieron a la sociedad la sensación de que se encontraba en el momento en que todo estaba por llegar.

En esta situación, la ciencia se convierte en una actividad respetable que empieza a ser desarrollada por las clases medias, burguesas y aristocráticas, y acaba convirtiéndose para ellas en un entretenimiento, que en muchos casos toma la forma de literatura.

En esta época la ciencia ya no se percibía como algo indescifrable, sino como algo corriente y cotidiano, por lo que era habitual encontrar referencias literarias en los escritos y conferencias de científicos profesionales, así como, a la inversa, encontrar temas científicos en muchos escritos literarios sobre cualquier tema.

La literatura científica empieza a tener su propio estilo, con esquemas, ilustraciones, e incluso con lenguaje matemático, lo que la aleja de otras formas de literatura.

Argumento: Como ya se ha adelantado, “Viaje alrededor de la Luna” es la segunda parte de “De la Tierra a la Luna”, obra esta última con la que Julio Verne había conseguido un gran prestigio y que condujo al autor a escribir la novela sobre la que versa este ensayo.

Por lo tanto, los protagonistas de “Viaje alrededor de la Luna” serán los mismos que los de su antecesora, es decir, Barbicane, presidente del Gun-Club de Baltimore, el capitán Nicholl y Michel Ardan, intrépidos y audaces viajeros del “primer” viaje a la Luna.

El viaje, que comenzó el día 30 de noviembre de un año de la década de los sesenta del pasado siglo XIX, puso por primera vez en el espacio a tres seres humanos en un proyectil hueco en un viaje en el que los tres protagonistas vivirán diferentes aventuras.

El viaje se realiza durante la luna llena y, aunque la idea era aterrizar en la Luna, el proyectil se queda atrapado en la órbita del satélite dando la vuelta alrededor de él.

Tras dar la vuelta a la Luna los tripulantes deciden utilizar los cohetes que tenían en la parte posterior del proyectil, previstos inicialmente para el alunizaje, para neutralizar la inercia del proyectil y caer en el satélite, pero la idea no funciona y el proyectil termina cayendo en la Tierra, en el mar, donde es rescatado por la marina estadounidense.

Análisis: La obra presenta una sociedad de finales del siglo XIX que está exultante por los últimos inventos y las innovaciones tecnológicas que van apareciendo casi a diario, una sociedad que piensa que todo está por llegar y que todo es posible para la ciencia. En la novela los personajes protagonistas delatan una sociedad que apuesta y que confía en las innovaciones tecnológicas. Mientras Barbicane y el capitán Nicholl representan la parte más puramente científica de la sociedad, la ciencia profesional, Michel Ardan representa la parte menos científica profesionalmente, pero confiada y segura de los adelantos científicos y tecnológicos.

En la obra se puede apreciar una ciencia en sentido positivo, ya que las innovaciones científicas y tecnológicas tienen como objetivo conseguir una sociedad mejor pero, aunque la ciencia es aceptada por la sociedad, sus límites son todavía imprecisos.

CONCLUSIÓN.

El comienzo de la novela: “Al correr el año 186… sorprendió al mundo entero la noticia de una tentativa científica sin ejemplo en los anales de la ciencia”, dice mucho de la opinión que existía en la sociedad de finales del siglo XIX sobre la ciencia y que el autor quiere reflejar en esta obra. La idea generalizada era que para la ciencia todo era posible, todo estaba por descubrir, y un viaje a nuestro satélite también era posible. Como ya se ha anunciado anteriormente, “Viaje alrededor de la Luna” es la segunda parte de “De la Tierra a la Luna”, una obra por la que el autor había recibido en su  domicilio cartas de los lectores solicitando reserva de plaza para el próximo viaje. Todo era posible y todo era creíble en una sociedad acostumbrada a la aparición de inventos.

En la novela también se refleja el trabajo científico, alejado también en aquella época, del resto de la sociedad. En un momento del viaje, Miguel Ardan, tras escuchar a las conversaciones científicas de sus dos compañeros, contesta: “¡Qué instruido me estoy volviendo! Poco a poco me convierto en un pozo de ciencia”.

Las continuas referencias a la ciencia y el empleo de términos científicos son constantes en la obra, y prueban el conocimiento y familiaridad que tenía el autor con la ciencia.

Aunque el proyectil no consiguió finalmente su objetivo, la expedición es recibida a su llegada a la Tierra con honores y aclamaciones por una población enfervorecida, una población asombrada que creía en la ciencia y que esperaba todo de ella: “En esa forma, fueron pasando de ciudad en ciudad, encontrando a su paso a las poblaciones sentadas a la mesa, y que les saludaban con las mismas aclamaciones y los mismos aplausos” y “¡Digna apoteosis de aquellos tres héroes, a quienes la fábula hubiera elevado seguramente a la categoría de semidioses!”.

Al final de la obra, el autor se pregunta: “¿Produciría algún resultado práctico esta tentativa sin precedentes en los anales de los viajes? ¿Se establecerán alguna vez comunicaciones directas con la Luna?...”.

En julio de 1969, un siglo después de la publicación de la novela de Verne, el Apolo XI se posó en la Luna y Amstrong, al pisar suelo lunar, pronunció la famosa frase: “Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. La sociedad actual mantiene su confianza en la ciencia, pero nuestro margen de sorpresa se ha reducido tanto que no nos sorprende nada y esto dificulta que la valoremos justamente.

Bibliografía

Verne, Julio. Viaje alrededor de la Luna. Madrid: Editorial Akal, 2008.
Biografía del autor: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/v/verne.htm



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RELACIÓN ENTRE FOTOGRAFÍA Y ARTE.



En “Pequeña historia de la fotografía” Benjamin plantea en primer lugar que, tras unos inicios en los que se produce un desarrollo acelerado, no se ha prestado atención a la historia de la fotografía.



La primera relación de la fotografía y el arte aparece en la pintura. Algunos  pintores utilizaron las fotografías como medios auxiliares para realizar su trabajo. En ocasiones realizaban sus pinturas tomando como modelo postales (Utrillo) y en otras tomando como modelo fotografías que ellos mismos habían realizado (Hill).

Para Benjamin la fotografía tiene algo especial que no tiene la pintura: “La naturaleza que habla a la cámara es distinta de la que habla a los ojos”. En la fotografía nos sale al encuentro siempre algo nuevo y especial, una mirada perdida…, ese instante que los impresionistas quisieron captar emulando la instantaneidad de la fotografía.

Las pinturas de paisajes y los retratos en miniatura fueron las víctimas propiciatorias de la fotografía en estos primeros años, lo que produjo que muchos retratistas de miniaturas se convirtieran en fotógrafos profesionales. Sin embargo, cuando los comerciantes se precipitaron sobre los fotógrafos profesionales y se generalizó el uso del retoque del negativo, el gusto fotográfico decayó significativamente.

La relación de la pintura con la fotografía también se produce a la inversa cuando los fotógrafos fotografían obras de arte pictóricas, lo que está ocurriendo en la actualidad.

La fotografía está supliendo en los últimos años a la pintura, tal como lo definió Wiertz: “Hace algunos años nació una máquina, gloria de nuestra época, que día tras día constituye pasmo para nuestro pensamiento y terror para nuestros ojos. Antes de que haya pasado un siglo será esta máquina el pincel, la paleta, los colores, la destreza, la agilidad, la experiencia, la paciencia, la precisión, el tinte, el esmalte, el modelo...”.

Pero el arte no es reproducción de la realidad, como acertaría a decir diría Baudelaire: “En estos días deplorables se ha producido una nueva industria que ha contribuido no poco a confirmar la estupidez por su fe... en que el arte es y no puede ser más que la reproducción exacta de la naturaleza...”.

Por lo tanto, en opinión de Benjamin, es necesario mirar hacia atrás y recuperar el arte en la fotografía y el propio arte pictórico, evitando copiar la realidad, utilizando la imaginación: “En la reverberación de estas chispas emergen las primeras fotografías, tan bellas, tan intangibles, desde la oscuridad de los días de nuestros abuelos”.

Bibliografía

Benjamin, Walter. Pequeña historia de la fotografía. Madrid: Casimiro Libros, 2014.



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