lunes, 12 de diciembre de 2016

LA REPRESENTACIÓN DE LOS "SALVAJES"

INTRODUCCIÓN.

Comenzaré por hacer una breve introducción sobre la representación de los “salvajes” (sociedades primitivas o en un estadio de civilización anterior) a lo largo de la historia, así como de la ideología, es decir, las ideas y los valores, con que la sociedad ha conocido a estos “salvajes” en diferentes épocas y la representación que de ellos se ha hecho en el cine, así como el camino que seguirá la Antropología en sus inicios.


Desde la Antigüedad, la representación de los hombres primitivos no ha sido homogénea, sino que ha dependido en cada momento histórico de la ideología de la sociedad contemporánea correspondiente y, de esta forma, la imagen que hemos tenido de ellos a lo largo del tiempo ha pasado por tener diferentes concepciones: seres en estadios de civilización anteriores, seres en estado casi animal, seres desnudos o sin casa, curiosos vecinos de los colonos, etc.
Cuando hablamos de ideología nos referimos, principalmente, al conjunto de ideas y valores con los que esa sociedad ha conocido a los “salvajes”, es decir, los ojos con los que ha analizado sus costumbres, su forma de organizarse, su religiosidad, su alimentación,… Por desgracia, en muchas ocasiones esta ideología ha estado impregnada de los prejuicios existentes en la sociedad contemporánea correspondiente.
De entre los diferentes modelos de representación de los salvajes, la antropología heredaría dos de ellos: el modelo de perplejidad y el modelo de razón.
Modelo de perplejidad: este modelo de representación aparece o, mejor, irrumpe a partir del descubrimiento de América. Cuando los colonos conocen a los nuevos pueblos colonizados y sus costumbres, no pueden salir de su perplejidad y de su asombro. Para la sociedad de la época, educada en los valores de la cultura greco-latina y en la religión católica, el descubrimiento de los nuevos pueblos “salvajes” y, por qué no decirlo, de nuevas creencias, nuevas edificaciones, nuevos animales, nuevas plantas,…, supuso un golpe difícil de asimilar y de clasificar en su mentalidad.
Modelo de razón: este modelo de representación aparece en la Ilustración. La nueva mentalidad, basada en la razón como característica genuinamente humana, considera que los “salvajes” se encuentran en un estado de naturaleza, es decir, en un estado, que podríamos llamar pre-humano, ausente de razón. Los ilustrados diferencian a los seres humanos que viven en las colonias en dos grupos: los que viven en estado de “naturaleza”, y los que viven en un estadio cultural anterior, es decir, atrasado.
Más tarde, la Antropología y el cine, que comenzaron a caminar en las mismas fechas, establecieron una relación paralela en la representación de la diversidad cultural.
El campo de estudio de la Antropología quedó circunscrito a las sociedades primitivas que, aunque se iban reduciendo conforme se producía la expansión colonial, siempre aportaban curiosidades que en unos casos servían para la añoranza ideológica y en otros para justificar el rechazo ideológico.
Sin embargo, en un principio el estudio de las sociedades primitivas por parte de la Antropología se hizo considerando la diversidad como algo estático, sin tener en cuenta que se trataba en realidad de un proceso dinámico.
El afán por recoger datos de los pueblos primitivos antes de que éstos se extinguiesen con la llegada de la civilización, produjo que se llevasen a cabo multitud de fotografías y grabaciones, lo que ahora permite disponer de una gran fuente de datos, lo que ahora conocemos como antropología visual.
Sin embargo, esta especialidad partía de un error: considerar que las manifestaciones culturales se pueden registrar objetivamente mediante tecnologías audiovisuales y, como nos podemos imaginar, no es así. Por este motivo, la antropología visual y, especialmente, las películas etnográficas, están impregnadas de ese tinte de subjetividad del autor que hace difícil reconocer y distinguir la realidad de la ficción.
Esta obsesión por documentar la pureza de los pueblos primitivos, llevaría a verlos desde una perspectiva exótica, pero desde dos puntos de vista muy diferentes: por un lado, el noble salvaje, y, por otro lado, el bárbaro salvaje. Sin embargo, estas dos facetas, que nos pueden parecer antagónicas, no eran ni mucho menos incompatibles.
El noble salvaje practica la vida sencilla, vive en un estado de naturaleza y conforme a ella, sin leyes, sin religión, sin diferencias de clases; mientras tanto, el bárbaro salvaje vive en la irracionalidad, en un estado de salvajismo y barbarie que ya ha sido superado por la civilización. En estas circunstancias, a principios del siglo XX, Hollywood retrataba a los indios en los western como verdaderos salvajes.
Sin embargo, esta visión cambió radicalmente a partir de la segunda mitad siglo XX debido a las circunstancias internas de los Estados Unidos, la guerra de Vietnam, etc., lo que produjo que la ideología de la sociedad hacia el salvaje cambiase y a partir de este momento se viese a los indios como buenos salvajes, hospitalarios, leales,…, frente a la depravada e inmoral sociedad occidental.
Este cambio en la ideología hacia el salvaje, antes bárbaro salvaje y ahora noble salvaje, no significa que Hollywood estuviese transmitiendo una versión real del salvaje, ya que tanto la una como la otra (la bárbara y la noble), eran dos versiones sesgadas de la realidad, adaptadas a lo que la sociedad estadounidense necesitaba en cada momento.
Por  lo tanto, podemos concluir, sin lugar a dudas, que el sistema social en el que se desarrollan estas películas influye de forma determinante en el resultado, es decir, en la forma en que serán retratados los salvajes, sea en su versión noble o sea en su versión bárbara.

LAS SOCIEDADES PRIMITIVAS Y LAS SOCIEDADES POSTMODERNAS.

Como se ha visto, el concepto de sociedades primitivas, llamadas “salvajes, ha estado desde la Antigüedad al servicio de las sociedades contemporáneas correspondientes:

El salvaje guarda celosamente un secreto, durante muchos siglos ha sido el guardián de arcanos desconocidos: posee las claves de la tragedia, oculta los misterios del cosmos, sabe escuchar el silencio y puede descifrar el fragor de la naturaleza. El salvaje ha sido creado para responder a las preguntas del hombre civilizado; para señalarle, en nombre de la unidad del cosmos y de la naturaleza, la sinrazón de su vida; para hacerle sentir trágicamente el terrible peso de su individualidad y soledad... El salvaje es una de las claves de la cultura occidental. Roger Bartra (El salvaje en el espejo, 1992).

Entonces, tal y como manifiesta Bartra en el texto anterior, ¿el “salvaje” es una creación del hombre civilizado?
Es evidente que el “salvaje” o, más bien, las sociedades primitivas, como también las sociedades que se encuentran en un estadio de civilización anterior, han existido siempre, sin embargo, el término “salvaje” lleva consigo otras connotaciones que posiblemente sirvieron al hombre más civilizado para mirarse en ese espejo, tanto para añorar el estado de naturaleza, como para rechazarlo.
Las sociedades más civilizadas de la modernidad, educadas en la cultura greco-latina y la religión católica, vieron en un principio a estas sociedades primitivas como “salvajes”, sin embargo, cuando se dieron cuenta de que esas sociedades podrían ser evangelizadas, al igual que la suya, cambiaron de opinión y comenzaron a verlas como una oportunidad de evangelización.
Por lo que parece, las diferencias entre una y otra sociedad, la primitiva y la postmoderna, parece que no eran tantas ni tan grandes.
Entonces, ¿no son tan diferentes las sociedades primitivas de las sociedades postmodernas?
Desde luego, parece que no hay tantas diferencias, aunque es cierto que las sociedades primitivas han servido a las sociedades postmodernas para mirarse en ellas, como ya se ha dicho, desde diferentes puntos de vista. Ya en el siglo XVI, recién descubierto el Nuevo Mundo, Erasmo de Rotterdam, en “Elogio de la locura” y Tomás Moro, en “Utopía”, y, posteriormente, en el siglo XVII, Baltasar Gracián, en “El criticón” y Thomas Hobbes en “Leviatán”, trataron al “salvaje” como bárbaro. Sin embargo, a partir de la Ilustración, autores como John Locke y, sobre todo, Jean Jacques Rousseau, vieron al “salvaje” como nobles seres humanos: 

El “buen salvaje” vagaba por la naturaleza, carente de domicilio y en paz con sus semejantes hasta que las terribles desigualdades que hubo de afrontar como consecuencia de la vida en sociedad, “del dominio del hombre por el hombre”, despertaron en él su notable perversidad.  Jean Jacques Rousseau (Discurso sobre el origen y el fundamento de la desigualdad entre los hombres, 1755).

Como vemos, Rousseau utiliza al “salvaje” para criticar la vida en sociedad que, en su opinión, había despertado en el ser humano sentimientos perversos, que no existían en el estado de naturaleza, en la vida antes de la sociedad, es decir, en la vida “salvaje”.
Es evidente que existen semejanzas entre la sociedad primitiva y la sociedad postmoderna ya que, al fin y al cabo, se trata de sociedades en diferente estadio de civilización, sin embargo, sería conveniente hacer varias consideraciones al respecto.
Es cierto que las sociedades primitivas, llamadas “salvajes”, han sido a lo largo de la historia tomadas como referente para, por una parte, elogiar la vida anterior a la sociedad, y, por otra parte, rechazar la vida más puramente asocial y, en consecuencia, no civilizada. Sin embargo, esto no quiere decir que la sociedad primitiva haya sido considerada de diferente forma en diferentes épocas, sino que, tanto cuando se la ha tratado como “salvaje bárbaro”, como cuando se la ha tratado como “salvaje noble”, en ambos casos ha sido considerada desde un punto de vista de superioridad, es decir, la mentalidad y los prejuicios han sido los mismos en ambos casos.

CONCLUSIÓN.

Las sociedades postmodernas son semejantes a las primitivas porque, aunque éstas últimas se encuentren en un estadio de civilización anterior, los seres humanos continúan teniendo los mismos miedos, los mismos anhelos, los mismos sentimientos y los mismos deseos que las sociedades postmodernas. Las diferencias entre ambas sociedades radican, principalmente, en la forma de relacionarse los seres humanos en cada una de ellas.
Como ya se ha dicho, la perplejidad y asombro que causaron las sociedades primitivas en los occidentales se refiere principalmente a cuestiones de mentalidad: la forma de vestir, las creencias, la forma de vida, el trabajo,…, pero en el fondo, estas sociedades primitivas no eran tan diferentes a las postmodernas.
También se ha dicho que las sociedades postmodernas siempre han tratado a las primitivas como inferiores, un prejuicio que podríamos decir sigue vivo en la actualidad.
Por ello, es de vital importancia para la humanidad adoctrinar a las nuevas generaciones en la igualdad con cualquier otra sociedad, se encuentre en un estadio de civilización u otro, huyendo de prejuicios primitivos que ya no deberían tener cabida en nuestra sociedad, aunque, como vemos diariamente en los informativos, todavía queda mucho por hacer.

Finalizaré este ensayo con una frase muy apropiada de la filósofa Ayn Rand, con la que creo que podríamos estar bastante de acuerdo:


La civilización es el progreso hacia una sociedad de privacidad. Toda la existencia del salvaje es pública, regido por las leyes de su tribu. La civilización es el proceso de liberar al hombre de los hombres. Ayn Rand.

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