martes, 13 de diciembre de 2016

HISTORIA GENERAL DE LAS INDIAS

EL MUNDO ES REDONDO

Antes de comenzar este comentario es relevante señalar que Francisco López de Gómara (1511-ca. 1566) es un sacerdote español nacido en Gómara (Soria), que fue secretario y capellán de Hernán Cortés, así como cronista de la conquista del Nuevo Mundo, en la que pudo acompañar al conquistador. Además de Historia general de las Indias y conquista de México (1552), obra dedicada en su primera parte a la conquista del Nuevo Mundo (a cuyo principio corresponden los pasajes de este comentario) y en su segunda parte a la conquista de México, Gómara escribió Anales de Carlos V, donde aparecen algunos datos de su autobiografía, y De los hechos de los Barbarrojas, donde narra la conquista española de Argel [1]. Gómara y su obra se circunscriben al siglo XVI, una época en la que coinciden el pleno renacimiento y el humanismo cultural con el descubrimiento y la conquista del Nuevo Mundo.


El texto de Gómara se divide en tres pasajes, que resumiré y comentaré a continuación:

I.- El mundo es uno, y no muchos, como algunos filósofos pensaron.

Los pensadores y filósofos de la Antigüedad pensaban que había muchos mundos, porque, si todo era infinito, no tenía sentido que sólo existiera un mundo: “parecía cosa fea y desproporcionada no haber en este infinito más de un solo mundo”[2].

Más tarde, los pensadores cristianos medievales hablaban de otro mundo, pero no en sentido físico: “Hizo el Altísimo este siglo para muchos; y el otro, que es la gloria, para pocos”[3].

Por último, para Gómara, como para sus coetáneos, sólo existe un mundo material, aunque en su obra, en ocasiones, habla de dos mundos: “aunque creo que no hay más de un solo mundo, nombraré muchas veces dos aquí, …, llamando nuevo mundo a las Indias”[4].

Esta era la primera pregunta a la que Gómara quería dar respuesta. Hay que tener en cuenta que para el hombre de su época, el término mundo se aplicaba al mundo conocido y, por ello, al que estaba más allá del océano, se le llamó Nuevo Mundo.

II.- Que el mundo es redondo, y no llano.

Aunque algunos pensadores y filósofos de la Antigüedad pensaban que la Tierra era plana, la realidad es que desde época antigua era conocida su redondez, y más aún en época medieval. Para Gómara, por lo tanto, como para sus coetáneos, ésta era una verdad conocida: “Muchas razones hay para probar ser el mundo redondo y no llano. Empero la más clara y a ojos vistas es la vuelta redonda que con increíble presteza le da el sol cada día”[5].

Como se ha visto, la respuesta a la pregunta sobre la redondez del planeta ya era conocida, sin embargo, el descubrimiento de nuevas tierras al otro lado del océano, acabó con cualquier duda.

III.- Que no solamente es el mundo habitable, más que también es habitado.

Algunos pensadores y filósofos de la Antigüedad pensaban que no todo el planeta se podía habitar, ya que tanto en las zonas demasiado calientes como en las demasiado frías suponían que era imposible habitar, hasta el punto que creían que sólo dos partes de cinco del planeta eran habitables: “La causa que ponen para no poder vivir hombres en la región de los polos, y el excesivo calor que hay debajo de la tórrida zona…”[6].

Sin embargo, este pensamiento no era generalizado y en la posteridad se vería refutado por completo. Gómara llegará a decir: “y así, no hay tierra despoblada por mucho calor ni por mucho frío, sino por falta de agua y de pan”[7].

Como conclusión, esta época de los descubrimientos aumentó el conocimiento humano, en la mayoría de los casos para dar por seguros conocimientos de los que se tenían ciertas dudas y en otros casos para generar nuevos conocimientos.

En el Renacimiento ya se sabe que el mundo (planeta) es uno, redondo y habitable todo él, pero es importante resaltar que la mayor parte de este conocimiento ya existía en la Antigüedad y que, junto con lo clásico, llegaría al Renacimiento a través de la Edad Media, tantas veces denostada y ahora reconocida su importancia en el conocimiento.

El descubrimiento del Nuevo Mundo aportó a la humanidad varias características, tan importantes que desde este momento la humanidad ya no volverá a ser la misma:

En el plano geográfico, el descubrimiento de nuevas tierras, de otro continente, abrió, por una parte, una amplia gama de nuevos territorios con los que comerciar y, por otra, acabó con la mentalidad anterior de que el mundo terminaba en el océano conocido.

En el plano humano, el descubrimiento de nuevas razas y nuevas sociedades, tan diferentes a las conocidas, dio una nueva dimensión al ser humano.

Y, por último, en el plano espiritual, el descubrimiento abrió un nuevo mundo que evangelizar, una serie de pueblos a los que adoctrinar en la fe.

En definitiva, el descubrimiento de nuevas tierras hizo que el ser humano del Renacimiento conociese que habitaba en un mundo más grande y con más personas de lo que había imaginado, y eso lo hizo sentirse más humano y también más pequeño.





[1] Eduardo Luis Feher, López de Gómara, el misterioso cronista de la conquista de México, Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
[2] López de la Gómara, Francisco. Historia general de las Indias, (Biblioteca Miguel de Cervantes), 11.
[3] Gómara, Historia general de las Indias, 12.
[4] Gómara, Historia general de las Indias, 12.
[5] Gómara, Historia general de las Indias, 12.
[6] Gómara, Historia general de las Indias, 14.
[7] Gómara, Historia general de las Indias, 15.



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