A las
4:58 horas del día 20 de noviembre de 1975, la agencia de noticias Europa Press
publicó un teletipo anunciando la muerte de Francisco Franco. A partir de ese
momento, la noticia fue difundida por las agencias internacionales de noticias
y poco después empezaron a aparecer las primeras ediciones impresas en los
diarios nacionales e internacionales, con la publicación, incluso, de varias ediciones
especiales.
Uno de
los periódicos que prestó mayor atención a este acontecimiento fue ABC, que el
día 20 de noviembre llegó a publicar hasta tres ediciones y una edición
especial.
A la
mañana siguiente, el 21 de noviembre, a las 10:00 horas, Carlos Arias Navarro,
presidente del gobierno, anunció en RTVE la noticia de la muerte de Franco en
un emocionado comunicado que ya forma parte de nuestra historia radio video-gráfica.
En
aquellos momentos, la prensa española sufría el control y la censura del Ministerio
de Información y Turismo, por lo que muerte del dictador tendría un tratamiento
muy benevolente hacia su persona, su vida y sus actos, principalmente en la
prensa afecta al régimen, en la que me centraré para resaltar la visión
generalizada, aunque “matizada” por el control del Estado, que se tenía de la
realidad española al final del franquismo.
El día 21
de noviembre, el diario ABC abría con un elocuente “Vivo en la historia” en su
portada, y en la página tres del diario de ese mismo día, aparece a toda página
un artículo de Gonzalo Fernández de la Mora, que puede servir de ejemplo del
tratamiento que la prensa hizo, en general, de la muerte de Franco, con las
siguientes palabras: “En el contexto de
la historia, Franco es el hombre de Estado más importante que ha tenido España
desde el Rey Prudente”, equiparando a Franco, como gobernante, con Felipe
II, y poco más adelante concluye, “Franco
es el hito que en nuestra historia contemporánea marca la más espectacular
inflexión, la que separa la España anterior a él y la España de después”,
donde se hace a Franco responsable de la reactivación económica y la
modernización del país durante el franquismo que, según el mismo artículo, “Recibió un país empobrecido e invertebrado y
lo ha convertido en una gran potencia industrial y en una Monarquía
robustamente institucionalizada”.
Pero no
sólo el diario ABC dedicó sus portadas y páginas del día siguiente a homenajear
al dictador, sino también el resto de los diarios de tirada nacional, entre
otros:
En el
diario del movimiento, Arriba, Emilio Romero escribió: “El General Franco fue una biografía militar admirable y políticamente
un colosal estadista”, y más adelante, “El
Estado tuvo que ser, efectivamente autoritario –aunque con instituciones
representativas- como han de ser aquellos Estados que nacen de la pobreza, del
analfabetismo, de la decadencia, de la desmoralización histórica”.
En el
mismo diario, Fernando Ónega, escribía: “Mañana,
a los seis años y cuatro meses de su proclamación como heredero, un hombre
joven, ya Capitán General de los tres Ejércitos, cogerá el timón
que Franco condujo a lo largo de cuatro décadas”.
En el
diario Pueblo, Vicente Cebrián, en relación a Franco, escribía: “Fue, sin duda alguna, el primer trabajador
de una España que en sus manos pasó de empobrecida y triste, a afortunada y
reidora”.
En el mismo
diario, Jaime Campmany, escribía: “Todos
somos, en estos momentos, protagonistas del dolor y del luto de España, porque
todos hemos perdido a quien pensó siempre en todos, a quien a todos entregó su
vida ejemplar y su obra inmensa”.
En el
diario La Vanguardia, Carlos Godó Valls, escribía: “Es difícil en unas pocas líneas, dar una idea de lo que ha representado
el Caudillo en la vida de España, porque en cualquier orden que se considere,
vemos el progreso inmenso que han representado estos años en los cuales nuestro
país ha pasado de ser una nación de segundo orden a situarse junto a los países
más industrializados y de mayor rango cultural”.
En el
diario Sur, Francisco Sanz Cagigas, escribía: “Franco ha muerto. La noticia
corrió con un estremecimiento de angustia,
de corazón en corazón, por todas las ciudades por todos los pueblos y campos de
la patria. Hasta el final luchó el viejo soldado a brazo partido
con la muerte”.
Como
conclusión, como se ha visto, la muerte de Franco fue tratada por la prensa española,
en general, con un gran respeto, dolor y benevolencia hacia el dictador. Los
días siguientes, el pueblo español vivía profundas sensaciones y sentimientos, en
muchos casos enfrentados, como seguramente nunca antes había ocurrido ante la
muerte de un gobernante en nuestro país. Además, la muerte de Franco iniciaba
un periodo de incertidumbre social y política, por lo que ni siquiera sus
detractores podían estar muy contentos. Aunque dictador, Franco había sacado a
España de la guerra y de la pobreza, y eso no se podía olvidar de un día para
otro, sobre todo cuando una gran parte de la población todavía recordaba
aquellos oscuros tiempos de muerte y hambre.
Bibliografía
ABC, Redacción. http://hemeroteca.abc.es. 21 de
noviembre de 1975. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1975/11/21.html.
Fernández de la Mora, Gonzalo. http://hemeroteca.abc.es.
21 de noviembre de 1975.
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1975/11/21/003.html.
Varios, Autores. http://lahemerotecadelbuitre.com.
21 de noviembre de 1975.
http://lahemerotecadelbuitre.com/piezas/muere-el-dictador-de-espana-general-franco-y-la-prensa-le-cubre-de-elogios/.
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