domingo, 14 de mayo de 2017

VINDICACIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER


COMENTARIO

Antes de comenzar este comentario es relevante señalar que Mary Wollstonecraft (1759-1797) es una escritora y filósofa inglesa, conocida principalmente por su obra Vindicación de los derechos de la mujer (1792).


En esta obra la escritora defendió la igualdad entre el hombre y la mujer, rechazando la tradición existente en el siglo XVIII de que las naturalezas de ambos eran diferentes. Pensaba que las mujeres podrían haber desarrollado mucho más sus facultades intelectuales, si hubieran tenido las mismas oportunidades que los hombres para acceder al conocimiento. Defendió el acceso de la mujer a la política y rechazó la subordinación que ésta sufría, en un momento en que la opinión generalizada era que la única obligación de la mujer era obedecer, servir y dar placer al hombre.

Wollstonecraft fue una mujer que representaba perfectamente los nuevos ideales y valores del Siglo de las Luces y de la Ilustración (razón, progreso, civilización, tolerancia,..), y que defendió, razonadamente, la igualdad entre el hombre y la mujer.

El siglo XVIII supone un cambio en el pensamiento de la humanidad en relación con el Antiguo Régimen, que está llegando a su fin; el llamado Siglo de las Luces, de la mano de pensadores como Locke, Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Diderot,…, apoyados por una burguesía cada vez más poderosa, pone el foco en la ciencia y en la razón, que debe iluminarlo todo, y critica la tradición y la revelación que, en sí misma, no puede ser conocida por la razón. Los ilustrados se pregunta por cuestiones que hasta ahora no se habían puesto en duda: la desigualdad social y política, el poder del rey, del clero,… 

A continuación, resumiré y comentaré el texto propuesto de Mary Wollstonecraft:

En el texto, Wollstonecraft comienza manifestando su sometimiento a la razón, la mujer no puede someterse, por sistema o tradición, al hombre, sino que únicamente puede hacerlo a la razón: “la sumisión es a la razón y no al hombre”.

La escritora muestra su rechazo a la tradición y por cómo la mujer de su época, por comodidad y, sobre todo, por falta de conocimientos, se deja llevar por este estado de sumisión: “su única ambición es ser hermosa para suscitar emociones en vez de inspirar respeto”; y también: “las mujeres,…, a menudo se vanaglorian de su debilidad”. Utilizando la lógica más aplastante, la escritora se pregunta: “si la fuerza corporal es con cierta razón la vanagloria de los hombres, ¿por qué las mujeres son tan engreídas como para sentirse orgullosas de un defecto?

Y finalmente concluye: “no puede demostrarse que la mujer es esencialmente inferior al hombre, porque siempre ha estado subyugada”. La realidad de la mujer en el siglo XVIII es de sumisión al hombre, y la razón es el medio adecuado para poder verla.

Pero Wollstonecraft no sólo se queja del maltrato que sufre la mujer, sino también del buen trato que la sociedad de su tiempo dedica a la monarquía y, refiriéndose a los reyes, manifiesta: “… se los trata con un grado de reverencia que insulta a la razón”.

En relación con la política, opina que “la ciencia política se encuentra en su infancia”, y cree que “según la política sana vaya difundiendo la libertad, la humanidad, incluidas las mujeres, se hará más sabia y virtuosa”.

Wollstonecraft culpa a los gobiernos de esta situación de sumisión de la mujer: “… la misma constitución de los gobiernos civiles ha colocado en el camino obstáculos casi insuperables para impedir el cultivo del entendimiento femenino” y a la educación que se ha impartido en su época y en las anteriores: “hasta que no se eduque a las mujeres de modo más racional…”; y también: “Como sólo se les ha enseñado a agradar…”.

Wollstonecraft es consciente de la realidad de la mujer del siglo XVIII y la describe perfectamente en el texto, adelantándose a la ideología feminista que llegaría más tarde. La escritora pone el foco en una de las desigualdades más importantes que existía en la sociedad del siglo XVIII. Para ella, la desigualdad entre el hombre y la mujer tenía varias causas: la tradición, la educación que se impartía desde los gobiernos,…, pero también la propia acomodación de la mujer, por falta de conocimientos, a esta realidad.

Wollstonecraft es una mujer ilustrada y valiente, que utiliza la razón para denunciar la sumisión que sufría la mujer de su tiempo, pero ese mismo valor y razón los utiliza también para criticar el gobierno absolutista y las desigualdades sociales. Para ella, como buena ilustrada, no era de recibo utilizar la naturaleza o la tradición como argumentos para justificar la primacía de la monarquía sobre otros modelos de gobierno, del hombre sobre la mujer o de la revelación sobre la razón.

Como conclusión, quería llamar la atención sobre esta mujer, precursora del feminismo y de una nueva concepción de la mujer, inteligente y comprometida, que supo entender la realidad de la mujer en un momento complicado, en el que nadaba contra corriente.

Me llama la atención una frase con las que comienza el texto: “la sumisión es a la razón y no al hombre”, que creo define perfectamente su forma de entender la vida. Wollstonecraft utiliza la razón para desmontar la realidad en la que vivía sumida la mujer en una crítica de la permisividad del hombre y la aceptación sumisa de la mujer.

Bibliografía                               

Floristán, Alfredo. Historia Moderna Universal. Barcelona: Ariel, 2002.
Wollstonecraft, M. (1792). Vindicación de los derechos de la mujer. Asparkía, 9, 181-186.

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