miércoles, 25 de noviembre de 2015

SÓCRATES, EL PRIMER FILÓSOFO OCCIDENTAL

Sócrates es un filósofo que busca conocer la verdad de las cosas y, por ello, choca frontalmente con el pensamiento sofista, ya que a los sofistas no les interesaba tanto conocer la verdad, como la forma de comunicarla. Sócrates no se considera un orador, al menos un orador como eran los sofistas, por eso cuando comienza el juicio pide que no se tengan en cuenta las palabras que utiliza, sino que se tenga en cuenta que dice la verdad, al contrario que los que le han acusado, que se han expresado muy bien, con palabras muy bellas, pero que no han dicho ninguna verdad. Los sofistas no buscan las verdades profundas de las cosas, sino que se quedan en la apariencia de las cosas, prefieren decir lo que los demás quieren oír que profundizar en el conocimiento de la verdad. Sócrates cree que no hay justicia sin verdad, por lo tanto, si él dice la verdad, también dice lo justo.

Tras la manifestación del oráculo de Delfos y examinar uno a uno a los ciudadanos que eran conocidos como los más sabios de Atenas (políticos, oradores, poetas, artesanos), Sócrates llega a la conclusión de que no son tan sabios como se decía y que su sabiduría era más bien aparente que real. 

Finalmente, después de hablar con ellos, se da cuenta de que él era más sabio que ellos porque él sabía que no era sabio y su ignorancia es la que le lleva a profundizar para llegar a la verdad. Sin embargo, el resto de sabios de Atenas, creían que sabían, cuando no sabían, y por eso no llegaban a saber, a profundizar en el conocimiento para conocer la verdad. Llega a la conclusión de que Dios es el único sabio.




A Sócrates se le acusa de corromper a los jóvenes, porque estaba dando unas enseñanzas que iban contra el sistema establecido, y de no creer en los dioses del Estado, porque, como los presocráticos, busca el origen de las cosas, aunque no como ellos.

Sócrates también se diferencia de los sofistas en que no cobra por enseñar, sino que dialoga con sus alumnos para, desde el diálogo, encontrar la verdad. Los sofistas, que cobran por enseñar, no están interesados, por lo tanto, en encontrar la verdad, sino en transmitir una enseñanza que les iba a reportar unos ingresos.

En ese sentido de búsqueda de la verdad, de profundizar en el conocimiento, se podría decir que Sócrates es el primer filósofo occidental, ya que no se conforma con lo que le cuentan y no da nada por aceptado, sino que profundiza, estudia y examina hasta llegar al conocimiento, hasta llegar a la verdad, y entonces asumirla como propia.




Para Sócrates el método mayéutico tenía mucho que ver con el oficio de comadrona de su madre, porque igual que ella ayudaba a dar a luz a los niños también él ayudaba a dar a luz las ideas en la mente de sus interlocutores. 

Tres momentos principales encontramos en este método: 

  • Primer momento: mediante la ironía ayudaba a su interlocutor a caer en la cuenta de su ignorancia de partida, la ignorancia de quien no sabe nada, para poder así comenzar un diálogo en la búsqueda conjunta de la verdad. 
  • Segundo momento: la mayéutica propiamente dicha, es decir el diálogo interrogativo socrático que ayuda a “sacar” del interior del hombre las verdades que habitan en él porque son innatas, las ideas son innatas. 
  • Tercer momento: por último el descubrimiento, esto es, el alumbramiento del concepto universal expresado en la definición de las cosas. 
De esta manera, mediante este método mayéutico el filósofo, el maestro, conduce al interlocutor o al discípulo a “la” verdad objetiva, no a “su” verdad subjetiva.


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